lunes, 13 de marzo de 2017

Navarra a sus Muertos en la Cruzada (6)


El fresco de Ramón Stolz Viciano


En la Memoria descriptiva del proyecto de Monumento a los muertos de Navarra en la Cruzada Nacional, que se ha citado en el capítulo 1 [1], se manifiesta el cómo y el por qué de la obra: «El Monumento en su aspecto externo es de gran sencillez; y hemos adoptado el estilo neoclásico simplificado y estilizado, porque lo consideramos el más apropiado a este caso, pues resulta sobrio y severo, al par que monumental, y muy nuestro dentro de la Arquitectura patria en una de sus épocas de esplendor en el arte de la construcción. […]

»La gran cúpula responde a la importancia del interior de la Basílica; lleva un cuerpo de ventanales que forma el tambor de asiento de dicha cúpula, con pilastras exentas y adosadas que le proporcionan cierta variedad y movimiento de masas, dentro de la sencillez que domina en general.

»[…] Como motivo ornamental de gran efecto decorativo, se proyecta la pintura al fresco de la Cúpula, con escenas alegóricas de la Cruzada. Esta nota de color, al contraste con la piedra y la sencillez del decorado general, dará al conjunto carácter y gran importancia ornamental. […]»

La pintura del fresco, de grandes dimensiones, pues alcanza los 700 m2, fue realizada en 1950 por Ramón Stolz Viciano, profesor y miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Con importantes obras en España y en el extranjero, la del Monumento de Navarra a sus Muertos en la Cruzada constituye la mayor de ellas.

Realizados los bocetos por el artista, el Servicio de Obras Provinciales de la Diputación Foral de Navarra hizo una Nota explicativa[2] para la mejor comprensión del mismo, en la que se puede leer cuanto sigue. Es una transcripción íntegra y por mi parte solo me he limitado a intercalar bocetos al carboncillo o, en su caso, estampas en color:

«En todos los temas de las distintas zonas del conjunto de la composición que constituye la decoración de la bóveda, se ha pretendido evocar a través de tipos y personajes de su historia, el espíritu siempre religioso y batallador de los navarros por Dios y por la Patria.


Vista de conjunto de la obra de Ramón Stolz Viciano

»Así, las distintas composiciones son:

»COMPOSICIÓN DEDICADA A SAN FRANCISCO JAVIER. En esta composición, que pudiéramos llamar la central del conjunto, Stolz ha querido representar la labor evangelizadora del Oriente llevada a cabo por el gran Apóstol Navarro.



La evangelización por San Francisco Javier (boceto)
»Sobre un vívido fondo auroral en forma de Cruz, destaca la figura de Javier en actitud de bautizar y mostrar a las gentes su crucifijo milagroso. Avanza el Santo como si de cada huella de sus pies andarines e infatigables brotase un alma redimida, que dijo un escritor navarro.

»Le rodean figuras en representación de todos los pueblos orientales que él convirtió a la fe de Cristo: indios, malayos, javaneses y japoneses.

»La figura central del primer término representa a la China anhelosa de recibir la predicación del Evangelio. A la izquierda, un enfermo indio es conducido en parihuelas a la presencia del Santo que ha de curarle.

»Y a un lado y otro, en el último término, diluyen su figura un elefante indostánico y un samuray a caballo.

»COMPOSICIÓN DEDICADA A LAS CRUZADAS MEDIEVALES.- La figura central representa al monarca navarro Sancho el Fuerte, “el mejor caballero que jamás montó en silla” en el instante de asaltar el último reducto de los almohades y de romper a mazazo limpio las cadenas que sostenían esclavos negros en torno a la tienda verde el Emir.

»A mano izquierda y más en primer término alza la Cruz el Arzobispo navarro D. Rodrigo Jiménez de Rada, predicador de la Cruzada que culminó en las Navas de Tolosa. A sus pies dos guerreros muestran como trofeo las cadenas que formarán en adelante el escudo navarro.

Sancho el Fuerte, Rodrigo Ximénez de Rada, las cruzadas y la muerte del rey Teobaldo II (boceto)

»En la parte derecha, dos cruzados conducen moribundo a su rey Teobaldo II, junto al que cabalga dolorida su esposa la reina Isabel de Navarra, Hija de San Luis, rey de Francia, que aparece detrás en la actitud de cambiar su corona de oro por una corona de espinas.

»Más al centro y en primer plano un ángel señala sobre la roca las palabras “DEVS LO VOLT” (Dios lo quiere), móvil de las Cruzadas medievales, y a su derecha. Muere un guerrero abrazando la cruz de su espada.

»Al fondo, bajo un flamear de pendones y banderas de barcos. Se alzan en sus caballos los reyes cruzados (Alfonso el Batallador, el Infante D. Ramiro, Teobaldo I y Felipe de Evreux).

»COMPOSICIONES INTERMEDIAS.- Entre estas dos grandes composiciones históricas, el artista ha colocado dos grupos de época moderna, representando el uno a Navarra religiosa y el otro a la Navarra guerrera.

»LA NAVARRA RELIGIOSA aparece representada en primer término por los crucero de Ujué y de Val de Arce, seguidos de una larga procesión de entunicados portando cirios que se pierde en la lejanía.




»La imagen de San Miguel de Excelsis, que levanta un sacerdote a caballo, liga esta parte de la composición con el fondo donde sobre una roca se ve a los romeros de Montejurra y a dos madres arrodilladas, una de las cuales implora la protección de San Francisco Javier.

»LA NAVARRA GUERRERA comprende a todos los voluntarios que desde la guerra contra la Convención francesa en 1.793 hasta nuestros días, han dado su sangre por Dios y por la Patria. Las figuras se escalonan en orden cronológico. Junto a los voluntarios del 93 destacan en sombras la figura de un guerrillero de Espoz y Mina. A si izquierda avanzan dos voluntarios de la primera guerra civil, uno de los cuales, vestido con el uniforme de los “Guías de Navarra” de Zumalacárregui, enarbola una bandera blanca.




»Siguen a éstos los de la guerra civil, representados en tres generaciones (abuelo, padre e hijo) junto a un oficial a caballo que empuña la “Generalísima” (la bandera con la Imagen de la Inmaculada de la primera guerra).

»Finalmente y en el extremo de la roca bajo la bandera bicolor y la enseña crucífera de un Tercio de Requetés, aparecen cuatro voluntarios de la Cruzada nacional 1936-1939.»

Sobre la calidad artística de la obra de Stolz, baste decir que el año 2004 el Consorcio de museos de la Comunidad Valenciana organizó en Valencia, entre el 29 de enero y el 3 de marzo, la exposición "Un centenario de armonía y sensibilidad novecentista. Ramón Stolz y su época". A dicha muestra según nota de prensa del propio Gobierno navarro «el Museo de Navarra ha prestado tres bocetos y cinco dibujos de Ramón Stolz Viciano, pintor valenciano (1903-1958) de temática idealista, religiosa y de épica histórica, que en Pamplona pintó después de la guerra civil las cúpulas del Monumento a los Caídos y de la iglesia de San Miguel, ambas en Pamplona. Los bocetos de estas pinturas fueron posteriormente adquiridos por el Gobierno de Navarra a la familia del pintor. Los que ahora presta el Museo de Navarra a la exposición valenciana llevan por título: "Boceto para el tapiz de Sancho VII el Fuerte" (pintura al óleo; el tapiz cuelga de una pared del despacho oficial del Presidente del Gobierno de Navarra); "Boceto para San Francisco Javier evangelizando Asia y Oceanía" (pintura al temple con bosquejo previo a carboncillo); "Boceto para Navarra guerrera. Soldados y banderas o Guerras civiles" (dibujo al carboncillo); "Rayas para escena de Javier" (dibujo al grafito y acuarela); "Estudio de manos" (dibujo al grafito y gouache sobre tela); "Penitente" (dibujo al carboncillo), "Romeros y penitentes" (dibujo al grafito y óleo), y "Penitentes" (dibujo al carboncillo sobre papel).»




[1] AZM/FZA/JAZA-MC-0000-00-00-Memoria descriptiva.
[2] AZM/FZA/JAZA-MC-0000-00-00-Memoria fresco.

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