lunes, 20 de marzo de 2017

Navarra a sus Muertos en la Cruzada (12)



La sanidad mortuoria en los cementerios

Pasaron unos meses con los altercados y escaramuzas propiciados por las mayorías gubernamentales y sus adalides en Navarra y, más concretamente, en Pamplona, todas ejerciendo el viejo principio de la coexistencia: Ahora me toca a mí y esto así lo hago porque puedo y me da la gana.

http://www.diariodenavarra.es/noticias/navarra/
Con este ambiente de fondo, el 31 de agosto se desayunaron los navarros con la noticia de una nueva alcaldada: Asirón anunciaba que había decretado la «clausura del cementerio» existente en la Cripta de los Caídos y la exhumación de los restos de las ocho personas allí depositados, que serán entregados a sus familias. A su decir, el expediente administrativo, se había tramitado con la máxima discreción y respeto y tanto el Arzobispado como todas las familias se hallan de acuerdo. Apoyaba su Resolución[1] en el Reglamento de Sanidad Mortuoria de Navarra y en la Ley Foral 33/2013, de 26 de noviembre, «de reconocimiento y reparación moral de las ciudadanas y ciudadanos navarros asesinados y víctimas de la represión a raíz del golpe militar de 1936».

Inmediatamente, el portavoz de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona, pidió que se le pusiera de manifiesto el “discreto” y desconocido expediente sobre las exhumaciones, con el fin de comprobar la veracidad de lo declarado por el Alcalde.

No se podía esperar otra cosa sino que la Resolución de la Alcaldía fuera apoyada inmediatamente por todos los socios del gobierno municipal y del foral, así como por los restos del socialismo navarro. Izquierda-Ezquerra añadía la petición de la demolición del edificio  —«construcción que no tiene ningún valor histórico ni arquitectónico»— por el Ayuntamiento, quien «está legitimado para exhumar los restos por encima de la opinión de alguna de las familias». La portavoz de Geroa Bai echaba también su cuarto a bastos olvidando que la Presidenta de la coalición, que gobierna Navarra, había manifestado en su discurso de toma de posesión que era consciente de que su «posicionamiento político como abertzale en Navarra» no coincide con la mayoría de la sociedad. En fin, los tres concejales socialistas mostraron mayor cinismo, al pedir que la exhumación se hiciera «con todo el cariño y respeto que ellos no tuvieron hacia los vencidos, y cumpliendo la ley de memoria histórica».[2]


Por lo que hace al Parlamento de Navarra su postura era inequívocamente favorable a la repetida Resolución. La obsesiva Ley de la Memoria histórica ya había sido objeto de defensa por una declaración de la Junta de Portavoces el 14 de diciembre de 1915, en el sentido de rechazar todos los “ataques” a la misma, sin especificar qué entendía por tales, pudiendo ser hasta la mera opinión divergente. Más cercanamente, el 9 de mayo de 2016, también la Junta de Portavoces manifestó su «apoyo a la iniciativa y a la querella interpuesta por el Ayuntamiento de Pamplona para que fueran investigados todos los crímenes cometidos por el golpe militar de 1936 y la represión en la posterior dictadura».[3]

Seis fueron las alegaciones presentadas al expediente por los familiares de los inhumados: tres favorables al mismo y otras tres contrarias. La familia del general Sanjurjo argumentaba que la motivación del expediente administrativo era, precisamente, contraria a la Ley de la Memoria Histórica, tenía graves defectos en su tramitación y no había sido notificada a las familias, motivos por los que pedía el archivo de las actuaciones. Otro tanto manifestaban en derecho los familiares de Severiano Arregui y de los hermanos Aznar Zozaya, a quienes tampoco se les notificó en tiempo y forma el expediente.

AZM/FZ/JAZC-MC-2016-1-X-Alegaciones Arzobispado
Las alegaciones más contundentes procedieron del Arzobispado de Pamplona, que tampoco fue notificado en tiempo y forma. Argumentaba exhaustiva y demoledoramente en su escrito del 1 de octubre (registro de entrada del día 3), suscrito por el Obispo Auxiliar y Vicario General y el Vicario Judicial y de Patrimonio, que el Ayuntamiento no tenía facultades para exhumar, por cuanto que no se trata de un cementerio sino de una cripta de uso privado y lugar de culto inviolable a tenor de la ley, cuyo usufructo a perpetuidad corresponde a la Iglesia católica en virtud de lo contratado en el escrito de donación de 1997 con el propio Ayuntamiento de Pamplona, amén de que es conforme a la Ley de la Memoria Histórica, según Resolución 603/2008 del Tribunal Administrativo de Navarra. Pedía que por el propio Ayuntamiento se declarase «la nulidad de la Resolución por no ajustarse a derecho y el archivo del expediente administrativo incoado en relación con la clausura de los enterramientos votivos en la Cripta del Monumento de los Caídos de Pamplona».[4]

Patética fue la disonancia de un sobrino del cascantino Jaime Munárriz (“Fue el primero en dar su vida”, reza su epitafio), quien expresó su «alegría» por la decisión municipal y manifestaba que «no solo es legal, sino que está muy bien hecha» y que «la ley es la ley y no vale que se cumpla en unos casos y en otros no».[5]

Las alegaciones del Arzobispado descompusieron literalmente al Alcalde: «no es lógico que en pleno siglo XXI haya enterrados dos generales golpistas con honores militares en un edificio público». «Estoy persuadido de que en ningún otro país, ni en Alemania, ni en Italia, se consentirían este tipo de situaciones»[6]. Su grupo aberzale, EH Bildu, exigió al Arzobispado que «explique su postura y detalle por qué se posiciona junto a quienes no quieren poner fin al vergonzoso homenaje que supone la Cripta a unos golpistas genocidas, y por el contrario, no atiende a las peticiones de quienes luchan por la Memoria Histórica por devolver la dignidad a esta ciudad e incluso por los familiares que sí quieren que los restos de sus allegados sean retirados de ese bochornoso monumento».[7]


Al día siguiente el digital Navarra Confidencial[8] se preguntaba si era normal seguir así, a estas alturas, y salía al paso de la ignorancia edilicia. Entre los monumentos conmemorativos de hechos de guerra, que sí existen en Europa, citaba, por ejemplo, el Treptower Park de Berlín, donde se hallan enterrados 5.000 de los soldados soviéticos que tomaron la ciudad al final de la Segunda Guerra Mundial. Esos soldados constituyeron el primer paso hacia la imposición de la tiranía soviética que sustituyó a la nazi durante 45 años más en la Alemania Oriental. Caído el muro y reunificada Alemania, se respetó el Treptower Park y se ha conservado como estaba, incluyendo hoces, martillos y citas de Stalin.

Treptower Park, Berlin.
Fuente: Navarra Confidencial

Otro ejemplo son los campos de concentración, como Auschwitz, que a nadie se le ha ocurrido arrasar. Recordaba también los muy numerosos monumentos en memoria de los caídos de uno y otro bando durante la guerra civil en los EE.UU. de América en el siglo XIX.[9]

Gettysburg
Fuente: Navarra Confidencial

«Queda por fin añadía en nuestro pequeño itinerario del horror la mención de Olazagutía [Navarra], una localidad donde el etarra “stein” tiene dedicada una calle. Los mismos que en Pamplona quieren sacar de la tumba a Sanjurjo en Olazagutía dedican una calle a un terrorista».

Calle Ángel Gurmindo "Stein". Olazagutía (Navarra)
Fuente: Navarra Confidencial
Por alusiones, por tener su domicilio social en la cripta del Monumento y encomendada la atención del culto en el mismo, la “Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz” se vio en la necesidad de salir a la palestra con un comunicado suscrito el día 1 de septiembre por su Secretario, Pedro Juan Urroz, del siguiente tenor:

«La Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz es una hermandad canónica, que no desarrolla actividad
alguna que pueda calificarse como política o partidista. Sus convocatorias se reducen a la celebración de la Santa Misa y actos de piedad como el Via Crucis.


Foto de I. Aguinaga

»La Cripta del Monumento de Navarra a sus Muertos –hoy Sala de Exposiciones- es como tal cripta lo más parecido a una catacumba. Es la sede oficial de la Hermandad, y la encargada de mantener en ella el culto religioso.

»[…] Dicho proceso [encaminado a clausurar nuestra sede] ha sido llevado de forma muy opaca y poco transparente, hasta el punto de que en momento alguno
se han puesto en contacto con nosotros. Por la prensa nos enteramos que nos van a desahuciar y a prohibir rezar por los difuntos en nuestra sede, es decir, a clausurar la Cripta, y que además van a hacer actuaciones de profundo calado en la misma sin que sepamos nada de ellas.

»Como Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz nos oponemos frontalmente al cierre de la Cripta –lo que además impediría nuestra libertad de culto-, y también rechazamos la exhumación de los restos mortales ahí enterrados.

»Todo esto se realiza además desoyendo una resolución del Tribunal Administrativo de Navarra (TAN) que ya desestimó, en el año 2008, la solicitud de realizar estas actuaciones, desestimación que precisamente fue basada en las leyes de símbolos y de memoria histórica tanto forales como nacionales.

»Consideramos que en cualquier caso se debería suspender inmediatamente el proceso que ya ha comenzado la alcaldía de EH Bildu, y con más motivo por existir una resolución firme del TAN en contra de estas actuaciones.

»En conclusión, los miembros de la Hermandad exigimos que se respete la libertad de culto en la Cripta y el
derecho rezar por los difuntos, y solicitamos que se paralicen inmediatamente y de una vez por todas, estas
exhumaciones. Por cordura y por respeto dejemos a los muertos, a todos los muertos de aquella guerra que ocurrió hace ya 80 años, descansar en paz.»[10]





[1] Resolución de fecha 1 de septiembre de 2016 por la que se incoa expediente para la clausura del cementerio situado en el Monumento a los Caídos. Boletín Oficial de Navarra nº 179, de 15 de septiembre de 2016.
[2] http://www.navarra.es/NR/rdonlYres/5E00CB04-9ABC-4002-9558-A3B3917C85F3/321575/TomadeposesiondeUxueBarkoscomoPresidentadeNavarra.
[3] Boletín Oficial del Parlamento de Navarra (BOPN)/IX legislatura, nº 68, del 13 de mayo.
[4] AZM/FZ/JAZC-MC-2016-1-X-Alegaciones Arzobispado.
[5] Entrevista de Josetxo Munárriz con la agencia EFE recogida en diariodenavarra.es/noticias/navarra/pamplona_comarca/pamplona/2016/10/08/la_familia_munarriz_enterrado_los_caidos_defi  (AZM/FZ/JAZC-MC-2016-10-X-Alegaciones Munárriz). Recordemos que, sin estar encuadrado en unidad alguna que fuera al frente de guerra, su antepasado impidió que la UGT asaltara el Ayuntamiento de Cascante el mismo día del Alzamiento.
[6] Diario de Navarra, Pamplona, 5 de octubre de 2016.
[7] Ibid., 8 de octubre de 2016.
[8] “Auschwitz, los Caídos, Gettysburg, Olazagutía y Berlín, cinco ejemplos dispares de memoria histórica”, en http://www.navarraconfidencial.com/2016/09/05/auschwitz-los-caidos-gettysburg-olazagutia-y-berlin-cinco-ejemplos-dispares-de-memoria-historica/ Consultado el 7 de septiembre de 2016. «Tampoco se juzgó a todos los líderes políticos, policiales, militares y judiciales de la RDA que tendrían que haber abarrotado las cárceles alemanas. Al igual que para el resto de países comunistas del Este, nadie en la izquierda europea lo reclamó. Ni siquiera la izquierda radical española, que tiene una vara de medir para las dictaduras de izquierda y otra para las de derecha, y para las transiciones respectivas hacia la democracia de unas y otras. Lo que vale para Polonia, Rusia o la RDA no vale para Chile, Argentina o la propia España».
[9] Recuerdo yo que en Nuevo México (EE.UU.) existe un monolito troncocónico en honor de la rendición de Gerónimo y sus apaches, que tuvieron en jaque a los ejércitos mexicano y estadounidense a finales del siglo XIX.
[10] AZM/FZ/JAZC-2016-2-IX-Comunicado HCVC

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